No es eso, señora Candini, no es eso

La alcaldesa de Calella, Montserrat Candini, repite insistentemente en esta campaña electoral que nos falta información sobre el proyecto del Museo del Turismo, y también añade que no queremos tener más pues, limitados como somos por causa de nuestra visión provinciana (en el sentido de rústicos y poco cultivados, esperamos), ya nos conviene para poder tener un motivo de queja, que sino no hay ninguno más.

Queremos pues recordar a la Sra. Candini que se le solicitó oficialmente un debate público sobre el tema, después de su ofrecimiento el día de la presentación del proyecto básico, y que contestó afirmativamente pero demorándolo hasta pasadas las elecciones por causa del trabajo que este proceso conlleva. Por lo tanto, Sra. Candini, no nos puede acusar usted de no querer más información. La estamos esperando, sea proporcionada por usted o por alguno de sus representantes, aunque entendemos que en las campañas electorales para algunos todo vale, como siempre. Teniendo en cuenta pues que precisamente lo que esperamos es más información, y transparencia y participación, y no lo contrario como usted insinúa, insistimos en celebrar el debate público sobre el Museo del Turismo antes del fin de las elecciones, y con esta idea informamos a nuestros conciudadanos y volvemos a pedir la colaboración de la alcaldesa y de la entidad pública Calella TV, tal como quedó oficialmente establecido.

Queremos saber qué se hace de nuestro dinero, incluyendo las subvenciones, que también salen de nuestros bolsillos. Es incongruente argumentar, como hace usted, que Calella sólo aporta la tercera parte del coste del proyecto: el dinero de la Generalitat también sale del pueblo. El edificio de la Fábrica Llobet-Guri costó a Calella 1,5 millones de euros, el Museo ya asciende a 1,6; ¿es normal? Queremos ser informados de la génesis del proyecto, del desarrollo de las licitaciones y de su futuro, cuestión sobre la cual tenemos serias reservas considerando que tras la iniciativa está Publintur, del grupo SERHS, consorcio económico muy poderoso y con mucha influencia en la administración pública catalana, como todos sabemos.

Le recordamos también que el hecho de ser un provinciano no resta ni suma nada a los derechos de un ciudadano, y que la obligación de los gestores políticos es escuchar y atender la voz y demandas de todos, explicando los porqué sí y los porqué no tantas veces como sea necesario, tal vez muchas si el interlocutor es un provinciano, lo entendemos. Seguramente recordará el caso del Sr. Casimiro Curbelo, senador como usted, en 2011, que fue detenido en una sauna después de un altercado y declaró que "yo me meo en las putas". Este "señor" tampoco parece tener claro que él es un representante, también, de las señoras putas. Este “señor”, también, menospreció a sus representados.

Repite usted que el Museo se justifica por su singularidad, que como dato en crudo no ponemos en duda pues es fácilmente comprobable, aunque tememos que seguirá siendo singular durante muchos años, y también por su valor intrínseco como cultura. Citamos aquí las palabras de Javier Neira, en su crítica al libro del profesor Gustavo Bueno "El Mito de la Cultura" (el subrayado es nuestro):

La cultura es la gran justificación de nuestro tiempo. Los poderes, desde los correspondientes al Estado, las grandes corporaciones y sucesivamente los propios de las diversas escalas de la pirámide social, se legitiman ante los ciudadanos por la cultura. Una fundación, un centro, una política cultural de un Gobierno o una modesta casa de cultura cumplen esa función que salva a quien la pone en marcha y la gestiona. Bueno rastrea la genealogía de esa circunstancia, por lo demás tan chocante, y encuentra en el reino de la gracia de la teología cristiana el paralelo: la cultura salva como salva la gracia.

En pocas palabras, es suficiente para decir que algo es cultura para que se justifique de una vez por todas. ¿Realmente es así? Y si lo es, ¿de que clase de cultura hablamos? Es dudoso que un espacio destinado exclusivamente a alabar las excelencias de un hecho histórico y que relega totalmente sus aspectos oscuros pueda ser considerado algo más que cultura para coleccionistas de souvenirs, siendo estos muy honorables, pero dado el espacio del que disponemos podemos dejar el tema para el debate público que pedimos, si le parece bien. Apuntamos sólo que usted ha declarado que el proyecto se ha desarrollado con el máximo rigor científico pero, ante la objeción de que no podrá ser considerado oficialmente como museo, ha contestado que otras instalaciones de este tipo tampoco lo son pero así se denominan. ¿Es ésto rigor?

Le hacemos notar que en el "debate" entre los 8 alcaldables del pasado día 14 de mayo en L'Amistad, cuando un miembro de la plataforma les interrogó, usted fue la única que defendió el proyecto, repitiendo también posteriormente que atraerá a mucha gente, y todo ello sin disponer aún de un plan de viabilidad, o, en caso de que exista, sin haberse publicado, de lo que tampoco estamos informados. Este fragmento por cierto no ha sido publicado por Calella TV. También nos gustaría aclarar las cifras reales del proyecto, pues en el mismo debate usted lo tasó en 1 millón 60 mil euros, mientras La Vanguardia publicó hace días 1.600.000 y en el folleto de presentación del proyecto se indica 1.163.141,80.

No es eso, señora Candini. Tenemos más motivos de queja, y nos sobran las razones, pero no es función de esta plataforma juzgarlos; el Museo sólo es la punta de un iceberg sobre la manera de conducir los asuntos públicos, como si la ciudadanía fueramos, en su conjunto, un grupo de provincianos y provincianas que no entienden de cultura, ni de transparencia ni de participacion.

Lunes, 18 de mayo de 2015

Puedes descargar el comunicado aquí

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